Escribe Dianeth Pérez
Partido por los Animales, Partido Democristiano, Partido de los Pederastas... en los Países Bajos los partidos políticos son un caso muy particular.
El Partido por los Animales existe desde el 2006 y ocupa 2 de los 150 asientos de la cámara baja. Ha luchado contra el hacinamiento de animales de granja como cerdos y gallinas, para que tengan una vida mejor y una muerte sin sufrimiento. En los últimos meses han causado polémica por criticar el ritual de sacrificio animal judío e islámico. Aunque su objetivo es defender el derecho de los animales, ése no es el único tema de su interés.
Política y religión, una mezcla explosiva. El
Partido Democristiano (CDA) existe desde 1977. CDA nació de la fusión del
Partido Popular Católico, la Unión Cristiana y el Partido Antirrevolucionario
(?!) y es obviamente un partido conservador. Paradójicamente es el mayor
partido político del país en cuanto al número de militantes. La abierta,
multicultural, tolerante y permisiva Holanda ahora resulta que es conservadora.
El tercer partido al que me refiero,
afortunadamente quedó en intento. Los pederastas holandeses hicieron el intento
de registrarse en 2006 como partido político para intentar bajar la edad de
consentimiento sexual (de los 16 a los 12 años) y legalizar la posesión de
pornografía infantil. Le llamaron el Partido del Amor Fraternal, la Libertad y
la Diversidad.
El partido de Geert Wilders, acusado de
xenófobo, se llama Partido Popular por la Libertad y la Democracia. Es el más
grande por su representación parlamentaria y su ideología es de centro derecha.
En las elecciones que se celebrarán en un par
de meses, es probable que ganen más escaños. A pesar de las críticas en su contra,
han resultado más socialistas que otras fuerzas políticas.
No puedo evitar comparar el panorama político
holandés con el mexicano. Estamos lejos de tener un partido por los animales,
cuando 40 millones de personas viven en la pobreza.
Tal vez un
partido católico hubiera tenido éxito hace 30 años, pero ahora los
católicos se han hecho cristianos, y se han ido a las sectas. El catolicismo ya
no los representa ni les da lo que buscan.
El resultado de las próximas elecciones en
México dará mucho de qué hablar. Si gana el Partido Revolucionario
Institucional (PRI), habrá que ver cómo gobierna el partido que hizo y deshizo
por 70 años y ha sido oposición por 12.
Si gana el Partido Acción Nacional (PAN) será
interesante ver cómo gobierna la primer mujer en llegar a la presidencia en
México, y si gana el Partido de la Revolución Democrática (PRD) veremos también
por vez primera, cómo maneja el país un gobierno de izquierdas.
Mientras tanto, y a diferencia de los Países
Bajos, el clima electoral se recrudece, el fanatismo y la intolerancia se
apoderan de las redes sociales y la guerra sucia, de la televisión.
Al menos, y debido a este apasionamiento, hay
confianza en que esta vez no ganará el abstencionismo.
Dianeth Pérez Arreola (México) esegresada del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial. Licenciada en Ciencias de la Comunicaciónpor la Universidad Autónoma de Baja California, actualmente vive y desempeñasuactividad en Leiden (PaísesBajos).
Dianeth Pérez Arreola (México) esegresada del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial. Licenciada en Ciencias de la Comunicaciónpor la Universidad Autónoma de Baja California, actualmente vive y desempeñasuactividad en Leiden (PaísesBajos).