lunes, 24 de junio de 2013

EL SUEÑO CHINO QUE DESEMBARCARÁ EN NICARAGUA



Escribe Deylin Gutiérrez

Ni la fumarola del volcán Momotombo en Managua, plasmada en un sello postal hace muchos años y una de las pruebas de peso para que los senadores estadounidenses rechazaran la idea del canal por Nicaragua, ni los movimientos sísmicos que han sacudido al país en los últimos días, han sido suficientes para parar lo que al parecer será la obra más importante de infraestructura de la historia nicaragüense.


El jueves 13 de junio, el parlamento de ese país centroamericano (6.071.045 habitantes), controlado por el partido oficialista Frente Sandinista, del presidente Daniel Ortega, otorgó a un empresario chino la concesión para la construcción de esa obra que partirá en dos al país.

La concesión establecida en la Ley Especial para el Desarrollo de Infraestructura y Transporte nicaragüense atinente al canal, Zonas de Libre Comercio e Infraestructuras Asociadas, le fue otorgada a la compañía china NK Nicaragua Canal Development Investment Co. Ltd., cuyo propietario es el joven empresario Wang Jing.

El proyecto fue concedido a los chinos por 50 años, prorrogable por otros 50 de acuerdo a la voluntad del ejecutivo, y está valorado en 40 mil millones de dólares. En la primera etapa se contempla la elaboración de un estudio de factibilidad o viabilidad que determinará entre otras cosas, la ruta por donde se construirá el canal.

La mega obra, que podría sacar a Nicaragua de la pobreza en los próximos 15 años, incluye la ejecución de varios proyectos como un canal tradicional para naves y dos puertos, uno en el Atlántico y otro en el Pacífico. Además, se pretende construir un oleoducto, una vía férrea para el transporte de cargas, que una las dos costas, dos zonas de libre comercio y un aeropuerto internacional.


La disconformidad de los empresarios

A los empresarios nicaragüenses aglutinados en el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), quienes han sido uno de los principales aliados estratégicos del Gobierno de Ortega, no les ha gustado mucho la idea de que no se les haya tomado en cuenta en el proyecto.

El presidente del empresariado nicaragüense, José Adán Aguerri, dijo que interpondrán un recurso de inconstitucionalidad parcial contra la Ley del Canal, porque según estos la normativa viola varios artículos de la constitución. A ellos, les preocupan los procedimientos en las expropiaciones y la violación de la autonomía jurídica, técnica y administrativa del Banco Central de Nicaragua (BCN).

El acuerdo con el empresario chino contempla que el Estado nicaragüense renunciará a su derecho de inmunidad soberana y aceptará responder con sus bienes, incluidas las reservas depositadas en el BCN, ante un eventual juicio en el que resultase perdedor.


Los asesores ambientalistas están preocupados

El proyecto del canal ha generado preocupación también entre los ambientalistas nicaragüenses y centroamericanos porque consideran que la construcción de ese proyecto provocará una catástrofe ecológica, destruirá numerosos ecosistemas y pondrá en riesgo el abastecimiento de agua potable.


Jaime Incer Barquero, asesor presidencial para temas ambientales y una de las voces más respetadas para hablar del medio ambiente en la nación, advirtió que si el canal pasa por el Gran Lago de Nicaragua o Lago Cocibolca (de 8 mil kilómetros cuadrados y el más grande de Centroamérica) tal y como está previsto en las distintas rutas que se han establecido antiguamente, este correría peligro debido al cambio climático y a las debilidades en las cuencas del lago.

En esa misma línea se ha manifestado la Alianza Nicaragüense ante el Cambio Climático, que agrupa a 20 organizaciones ambientales, cuando afirman que con la concesión, la compañía de Hong Kong recibirá el derecho de "extender, expandir, dragar o reducir cuerpos de aguas y recursos sujetos a protección y conservación".


Esperando el sueño del canal

Aunque la construcción del canal interoceánico en Nicaragua ha despertado una fiebre canalera en los otros países de la región centroamericana, la ruta por suelo nicaragüense ha estado señalada desde hace algunos siglos por los exploradores y por los gobiernos.

En 1524, el conquistador español Hernán Cortés le escribió a Calos I de España y V de Alemania. En la carta le habló del Río San Juan de Nicaragua, ese que nace en el Lago Cocibolca y que desemboca en el Mar Caribe, y le escribió: "El que posea el paso entre los dos océanos podrá considerarse dueño del mundo".

Muchos años después, el empresario estadounidense Cornelius Vanderbilt aprovechó la "Fiebre del Oro de California" y abrió una ruta por Nicaragua para transportar mercancías desde New York hasta San Francisco. Esa ruta, que inicialmente se hacía por lo que hoy es el Canal de Panamá, le ahorraba al empresario el 50 por ciento del valor del viaje y le acortaba casi mil kilómetros de distancia.

Pero, la primera vez que Nicaragua estuvo más cerca de tener un canal, fue a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Los franceses estaban interesados en construir uno en Centroamérica, tenían la experiencia necesaria pues venían de construir el de Suez y pretendían repetir la obra en Panamá. Hicieron los estudios necesarios, pero por intereses políticos, fracasaron a pesar de que habían avanzado en las obras.

Fue en ese momento que los Estados Unidos, los que inicialmente apoyaban la idea de construir el canal en Nicaragua, apostaron por Panamá, no sin antes asegurarse de que Nicaragua no construiría otro para no hacerle la competencia. El 15 de agosto de 1914, fue inaugurado el Canal de Panamá. Ese día no fue tan agradable para los nicaragüenses, sobre todo porque veían escapar uno de sus sueños. 

Después de varios años, intentaron superar aquella derrota, y se inventaron varios estudios de factibilidad o viabilidad que no llegaron a buen puerto porque Estados Unidos nunca quiso despertarlos de aquel sueño canalero. Los que sí lo hicieron fueron los chinos, o eso es lo que parece. 

Deylin Gutiérrez Pérez (Nicaragua) es egresado del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Además, es periodista y escribe sobre temas internacionales relacionados con Centroamérica y trabaja en proyectos de comunicación 2.0. Es autor del blog: tropecientaspalabras.wordpress.com 

jueves, 13 de junio de 2013

COSTA RICA, UN MERCADO DE OPORTUNIDADES

 
 Escribe Paloma Ausín

El gobierno costarriqueño está en plena búsqueda de nuevas fuentes de energías renovables y alternativas de recarga energética. Tanto es así, que los aranceles de máquinas y vehículos se verán reducidos, si se comprueba que estos productos tienen un consumo y una contaminación menor de los existentes en el mercado. En este sector, la competencia de España es Brasil, que ya están llamando a las puertas de Costa Rica. 

La República de Costa Rica, con un área geográfica de 51.100 km², y con el mar Caribe y el océano Pacífico entre sus posesiones acuáticas, se ha convertido en un gran destino para aquellos europeos que están buscando una salida laboral, o una expansión empresarial fuera de la cansina crisis.

Con los 9 tratados de libre comercio con China, Colombia y Perú, y el tratado con Europa a punto de entrar en vigor este año, el país costarriqueño, entrará a formar parte como miembro en la OSE (Observatorio de la Sostenibilidad en España). Es decir, pasará de ser un país que necesita ayuda, a ser un país en desarrollo. Por lo tanto, también cambiará sus estrategias de financiación, que las dirigirá a favorecer la entrada de oportunidades e inversión. Costa Rica es el único país de Centroamérica que tiene relaciones diplomáticas formales con China.

“Europa es el segundo mercado para Costa Rica, con un total de US$268 millones para las exportaciones. Además, los productos alimenticios españoles son considerados, por los consumidores costarriqueños, como productos de calidad, productos gourmet, independientemente de que lo sean o no”. Según D. Andrei  A. Calderón Enríquez, representante de la consultora TRAZACOMEX, en Costa Rica, en la primera Convención Internacional celebrada en las instalaciones del Banco Interamericano de Desarrollo – BID, en la calle de Bailen 41, en Madrid. 

Una cuarta clase social está en pleno crecimiento en el país costarriqueño. Desde hace unos años, está llegando al país empresas de hardware y call-centers que ponen sus servicios de pago en Costa Rica. Estas empresas, a su vez, están dando trabajo a varias generaciones de ciudadanos. Sobre todo a jóvenes que consumen innovación y cultura, de entre 18 a 35 años, que a su vez demandan bienes básicos y comunes. 

Después de que el país haya superado su crisis inmobiliaria, el sector de la construcción está en auge, tanto destinado a la construcción de instalaciones dirigidas al turismo, como a la vivienda en vertical. Se ha convertido en una necesidad real. Por tanto, las empresas europeas que tengan mármol, artículos de decoración de alta calidad, o de iluminación para viviendas y espacios comunes, son bien recibidos por parte del consumidor local.

Paloma Ausín Molina (España) es egresada del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial de la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente, colabora en varios proyectos periodísticos. Además, desarrolla su labor profesional en el área de la comunicación, en diversos y variados sectores, en el mercado hispano-chino. En 2009, como proyecto personal, adquirió amplios conocimientos de la cultura y el idioma chino, tras su convivencia con una familia nativa de la ciudad de Shanghái (China).

lunes, 3 de junio de 2013

DE LADIES, PREPOTENCIA Y NEPOTISMO MEXICANOS



Escribe Veraliah Bueno

Hace apenas unos días Enrique Peña Nieto ordenó la destitución del titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), Humberto Benítez Treviño, una de las figuras más cercanas al presidente. La razón de dicha destitución tiene que ver con ladies, prepotencia y nepotismo, que son monedas corrientes en México. 


Andrea Benítez, hija del ex funcionario, esperaba a que le asignaran una mesa en un conocido restaurante de una de las zonas más concurridas de la ciudad de México. Una vez que le indicaron su mesa, Andrea Benítez decidió que no era de su gusto y comenzó a pelear con el personal del restaurante. Finalmente la joven amenazó con clausurar el lugar pues su padre era el titular de la PROFECO. Al restaurante llegaron un par de horas después inspectores de dicha procuraduría, hicieron una revisión del lugar y sus condiciones y ante dos anomalías mínimas, colocaron sellos de clausura en el establecimiento. 

Personas que se encontraban en el lugar fueron testigos del desplante de Andrea Benítez y el asunto trascendió a gran velocidad vía twitter con el hashtag #ladyprofeco (en referencia a otro caso de prepotencia que se hiciera famoso hace ya algún tiempo: “las ladies de Polanco”). Sin embargo, al día siguiente, el todavía entonces titular de la PROFECO se disculpó públicamente, pero subrayó que no pensaba dejar el cargo, que si bien la reacción de los inspectores había sido equivocada, no había sido él mismo quien diera la instrucción de clausurar el restaurante. Pero la presidencia anunció que se iniciaría una investigación del caso resultando con la destitución del ex funcionario. 

Dos componentes de esta historia llaman la atención: los medios sociales (y su creciente poder) y la idiosincrasia de los mexicanos. Por un lado, la forma en que redes sociales y la evolución de la tecnología están contribuyendo a la democracia, resulta especialmente importante en un país en el que tradicionalmente la información se muestra de manera sesgada, gracias a los grandes monopolios de medios de comunicación y su estrecha relación con los primeros círculos del poder. 

Por otro lado, el caso de Lady PROFECO puso en evidencia la forma en la que la clase privilegiada actúa. Un artículo del periódico New York Times que fue publicado tras el escándalo dice: “Andrea Benítez simplemente hizo lo que muchos mexicanos ricos y con conexiones siempre han hecho: usó sus influencias”. 

Además de su titular, otros funcionarios de PROFECO fueron removidos por faltar al deber de desempeñarse ética y profesionalmente, en lugar de favorecer un comportamiento prepotente que en un país como el mío, es una cosa de todos los días. 

Si bien la remoción de Benítez Treviño ha lanzado un mensaje valioso políticamente hablando, el comportamiento de su hija es una pequeña muestra de la forma en que los mexicanos manejamos situaciones que no nos gustan: amenazando, haciendo uso de influencias, menospreciando el trabajo de los otros, despreciando verbalmente, etcétera. 

A los mexicanos nos faltan tantas cosas por aprender, incluida la consideración para con nuestros semejantes. 

Veraliah Bueno Álvarez (México) es egresada del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial de la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente vive y trabaja en Bruselas desempeñándose como Oficial de Comunicación e Información de la Federación Internacional de Entidades de Derechos Reprográficos (IFRRO, por sus siglas en inglés).