lunes, 12 de agosto de 2013

URUGUAY DA EL PASO EN CENTROAMÉRICA

Escribe Deylin Gutiérrez
 

El pequeño país suramericano, que cuenta con más de tres millones de habitantes ha conseguido lo que otros países llevan meses intentando. Uruguay ha aprobado un proyecto de ley para legalizar el consumo, la venta y la distribución de la marihuana. La propuesta de regulación fue ratificada con 50 votos a favor y 46 en contra, y permitirá al Estado uruguayo controlar el negocio del cannabis y dar  licencias a empresas para que la produzcan y la distribuyan.


Si el proyecto se aprueba definitivamente, ahora está en el Senado, Uruguay se convertiría en  el primer país del mundo que gestionará la producción y distribución de la marihuana para usos recreativos. La legislación de ese país, vigente desde 1974 permite el consumo, pero prohíbe la producción y el comercio de esa planta.

La medida adoptada por el país suramericano es un punto de inflexión importante en la lucha contra el narcotráfico y puede ser un modelo a seguir para varios países iberoamericanos que buscan desesperadamente alternativas para frenar la violencia en sus territorios.

El debate sobre la despenalización de las drogas se está imponiendo con fuerza en toda América y es la primera que un Estado del continente adopta una posición contraria a la política de Washington que fue el que diseñó, a principio de los años 70, los lineamientos para combatir el narcotráfico. 

Un presidente que no se ha vuelto viejo 

El presidente de Uruguay, José Mujica (78 años) defendió la legalización de la marihuana en su país con estos argumentos: la sociedad se ha vuelto vieja al no comprender que las drogas siempre han estado ahí, que no las ha inventado el Gobierno y que existe un mercado ilegal que habrá que controlar. 

“Yo soy antiguo y viejo… Nunca en mi vida probé un porro (cigarro de marihuana), pero me doy cuenta, me tengo que rejuvenecer las neuronas y darme cuenta, cuál es la vida de los muchachos” reconocía el mandatario hace unos días a la prensa. 

Mujica hizo una diferenciación entre la drogadicción y el narcotráfico. El primero  es un asunto de salud pública que el Estado está en la obligación de resolver y el segundo un problema derivado de esa ilegalidad, que ha esclavizado a miles de personas y que ahora pagan las consecuencias. 

El debate empezó en Guatemala 

Uruguay, Colombia y Guatemala, han sido los países iberoamericanos que han puesto en el debate público el tema de la despenalización de las drogas. Sin embargo, el primero que alzó la voz para hablar sobre ese fenómeno social fue el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina.

El mandatario guatemalteco propuso a la comunidad internacional que el problema de las drogas se abordará como un asunto de salud pública y como una alternativa para resolver el tema de la violencia en su país.

La región centroamericana que ha sufrido en los últimos años las consecuencias directas del narcotráfico es en la actualidad una de las zonas más violentas del mundo. 

La propuesta de Pérez Molina tuvo resonancia en todo el continente americano, sin embargo nadie se atrevió a ponerle el cascabel al gato, solamente obtuvo velados apoyos a su propuesta, pero sin ningún resultado concreto. 

La opinión de la OEA y la ONU 

La Organización de Estados Americanos (OEA) que hasta hace algunos meses mantuvo una posición timorata sobre el tema de la despenalización de las drogas en la región, avaló recientemente el debate sobre la regulación de la marihuana en Uruguay y consideró que es una “estrategia que vale la pena ensayar” para abordar la lucha contra el narcotráfico.

El organismo internacional reconoce que desde hace dos años hay una actitud más abierta para abordar un diálogo sobre las actuales políticas contra este problema social y que hay una disposición a “experimentar enfoques no tradicionales” sobre este tema.

A los que no les ha sentado bien la noticia sobre el control de la marihuana en Uruguay ha sido a la Organización de Naciones Unidas (ONU). Estos han advertido a las autoridades de ese país, que si ese proyecto se convierte en ley,  podría violar tratados internacionales de los que Uruguay es signatario.

Para la ONU la propuesta del país suramericano contravendrá los tratados internacionales sobre el control de las drogas e instó al Gobierno de ese país a cumplir con los acuerdos internacionales, los que limitan el uso de drogas con fines médicos y científicos. 

La marihuana y los Estados Unidos 

A pesar de que los Estados Unidos ha sido uno de los países que se ha opuesto a la legalización de las drogas en el continente, y por el contrario ha apostado por la política de acoso y derribo, como las que se vienen aplicando en México desde hace ya varios años, el consumo de la marihuana es legal en varios Estados.

El presidente Barack Obama, quien en un libro de memorias reconoció haber fumado marihuana cuando era joven, se refirió por vez primera sobre ese tema y dijo que no era prioridad para su Gobierno perseguir a los consumidores de esa droga, sobre todo en aquellos Estados en las que se había legalizado.

Y es que en los Estados Unidos hay 19 estados que han legalizado el consumo de marihuana. Los últimos  y los más polémicos han sido los de Colorado y Washington, pues se convirtieron en los primeros en legalizar el consumo de cannabis con fines de recreación. En los otros 17 Estados es legal para usos médicos y se habla de que otros podrían adoptar esta medida.

Está por verse, si la propuesta uruguaya acabará siendo un modelo a seguir para el resto de países del continente, que están sufriendo los efectos del narcotráfico, de momento, para bien o para mal, ya se dado el paso, aunque el camino sea largo y tortuoso, creo que van en la dirección correcta. 

Deylin Gutiérrez Pérez (Nicaragua) es egresado del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Además, es periodista y escribe sobre temas internacionales relacionados con Centroamérica y trabaja en proyectos de comunicación 2.0. Es autor del blog: tropecientaspalabras.wordpress.com