lunes, 1 de diciembre de 2014

LA PROTESTA EN EL ESTADIO


Escribe Dianeth Pérez


La protesta de los mexicanos en los Países Bajos cumplió el cometido de enviarle un mensaje al presidente Enrique Peña Nieto: los mexicanos en el mundo estamos atentos a la situación del país, las explicaciones sobre Ayotzinapa no nos convencen y pensamos que carece de la honestidad y la capacidad para dirigir a México.

Agitar los pañuelos negros durante el himno nacional y los blancos durante el minuto 43, estaba planeado. El grito de “Justicia”, no. Esa fue una muestra espontánea del dolor, la indignación y la impotencia que sentimos los mexicanos que estamos por estos lares y que empeora con la distancia.

Logramos el apoyo de la prensa holandesa, que se solidarizó de inmediato con nuestro movimiento y nos deseó suerte, pues nos comentan que reaccionan incrédulos a las horribles noticias que llegan de México con regularidad.

En la televisión holandesa, a diferencia de la mexicana, los comentaristas hicieron mención de las acciones de protesta afuera del estadio, durante el himno nacional y en el minuto 43. Previo al partido estuvieron repitiendo nuestra invitación a los aficionados holandeses de sumarse a la protesta agitando pañuelos blancos.

La policía nos había advertido que no podríamos pasar ningún material utilizado en la protesta afuera del estadio, pero aun así salieron a relucir muchas hojas con los rostros de los estudiantes desaparecidos, mantas y pancartas. Los pañuelos no tenían motivo para quitarlos, y esperamos que mientras la situación política y social en México no cambie, esta acción persiga a la selección nacional por el mundo.

¿Por qué mezclar el futbol con la política? La selección nacional es una embajadora deportiva, un pedacito de México que viaja por el mundo atrayendo a las comunidades de mexicanos a los estadios. El futbol y las telenovelas son los anestésicos favoritos de muchos mexicanos para escapar de la realidad, y nada mejor que usar uno de esos medios para decirles que estamos pendientes de lo que pasa en México, que exigimos justicia y que como la mayoría de nuestros paisanos, estamos cansados de la impunidad y la corrupción.

Fueron pocos los holandeses que imitaron nuestra acción, y es comprensible. Ellos iban a ver futbol y no son sus problemas, pero no podemos estar más satisfechos con los resultados. Medios de todo el mundo dejaron constancia de lo que fue la primera incursión de la política en un partido de futbol en los Países Bajos.

Cabe destacar que hubo mexicanos que no tenían boleto para el partido y que solo fueron a apoyar la protesta que empezamos tres horas y media antes del silbatazo inicial. Otros más cooperaron con dinero o trabajo para hacer mantas, pañuelos y banderas.

La comunidad de mexicanos en Holanda está conformada por más de tres mil personas y la mayoría venimos por o con títulos universitarios, maestrías o doctorados. El futbol y la política sí se mezclan; el grito de “Justicia” se escuchó en todo el mundo.

Dianeth Pérez Arreola (México) es egresada del Máster en Comunicación Periodística de la Universidad Complutense de Madrid. Colabora en varios proyectos periodísticos y vive en los Países Bajos desde 2003.  

lunes, 17 de noviembre de 2014

EL GRAN CANAL DE NICARAGUA: UN PROYECTO DE 50.000 MILLONES DE DOLARES PLAGADO DE OPORTUNIDADES, NO POCOS PROBLEMAS Y, POR AHORA, CON ALGUNOS MISTERIOS

Escribe José Luís Mingo

Mi  buen amigo Deylin Gutiérrez,  el gran periodista nicaragüense, ha llamado mi atención sobre un tema al que, embebido en el devenir de lo cotidiano,  hasta ahora no había dado la  importancia que tiene, ahora en sus comienzos para Nicaragua y luego, cuando entre en  actividad, para el bienestar de Centroamérica, para el comercio marítimo e incluso para el ajuste del mapa geopolítico mundial, el Gran Canal de Nicaragua. 

En consecuencia, he dedicado un tiempo a tratar de comprender, buceando en informaciones múltiples, aunque no demasiadas, contradictorias y seguro, para unos u otros,  interesadas,  lo que  realmente es el proyecto del Gran Canal y  lo que, de llegar a construirse, puede ser y significar  en el futuro.

Este artículo, aunque largo, es un mero y corto resumen de lo que ahora sé sobre el proyecto del Gran Canal y, sobre todo, la exposición de lo que no sé sobre  no pocas cuestiones cuya solución implica o implicará la toma de  decisiones muy difíciles de adoptar  por quiénes tienen  el poder de decisión y muy costosas de aceptar por una parte significativa de la sociedad nicaragüense y centroamericana, además de los ecologistas del mundo entero.

Comenzamos con tres  datos significativos:

Nicaragua tiene una  superficie de  130.000 Km2, una población de 6 millones de habitantes y un PIB per cápita de 1.800 $. Los mismos datos para Panamá, el país que cruza el Canal de Panamá: 75.000 Km2 de superficie, 3,8 millones de habitantes y un PIB per cápita de 11.036 $.Y, evidentemente de ello se desprende que Nicaragua no es hoy un paraíso de riqueza y bienestar y  que es mucho menos rico que Panamá.
 
 Y ahora el tema del Gran Canal de Nicaragua:

En primer lugar, decir que uno, acaso el principal anhelo colectivo de los nicaragüenses, desde el siglo XIX e incluso del XVIII,   es  la construcción del Gran Canal de Nicaragua y que este anhelo, ha sido  objeto de una decena de proyectos,  desde  antes de que se pensase en el Canal de Panamá, que nunca han  llegado a ser realidad.

Sin embargo ahora las cosas han cambiado o, al menos, parece que han cambiado: El 7 de junio de 2013 el Sr. Ortega, Presidente sandinista de Nicaragua, otorgó  a la empresa HK     Nicaragua Canal Development  la  concesión, por 50 años renovables  por otros 50  del Gran canal de Nicaragua, y el día 13 del mismo mes, en  un debate de tres horas, la Asamblea, dominada por el partido sandinista,  aprobó  la Ley Especial para el Desarrollo de Infraestructura y Transporte Nicaragüense atingente a El Canal, Zona de Libre Comercio e Infraestructuras Asociadas" que ratifica la decisión del Presidente de la República.

La decisión del Parlamento de Nicaragua implica la construcción y explotación por la mencionada empresa del  Gran Canal que, con una longitud de 278 kilómetros, una anchura de entre 230 y 500 metros y una profundidad media de 29 metros, unirá el Océano Pacífico con el Océano Atlántico; además del Gran Canal, el Presidente y la Asamblea de Nicaragua han concedido  a  la misma empresa  el desarrollo y explotación de dos grandes puestos;  un oleoducto para unir los litorales de los dos océanos, un ferrocarril con similar recorrido, un aeropuerto internacional, dos complejos turísticos y, dicho con palabras sencillas,  otros negocios que el Sr.  Wang Jing propietario de    HK     Nicaragua Canal Development  considere oportuno emprender.
 
El monto económico del proyecto  asciende a 50.000 millones de dólares americanos, nueve veces más de lo que va a costar la ampliación en curso del Canal de Panamá. Esta enorme  cifra es global  y su  desglose por el momento desconocido.

Es interesante resaltar  que el  coste del Gran Canal de Nicaragua, ha sido fijado do sin que existan estudios geológicos conocidos de los terrenos por los que va a pasar,  no se ha realizado o, al menos, no se ha publicado,  ningún  estudio completo  sobre el impacto  en el medio ambiente que se producirá en el lago Cocibolca, el segundo mayor de América, en el que hay que excavar una zanja   que baje una media de 16 metros el suelo del lago, en un ancho  de 200 o 300 metros, a lo largo de más de 100 kilómetros y eso sin que se sepa si el suelo es de  arenas  blanda, rocas volcánicas o durísimos granitos. Bien es verdad que por muy grande que sea la obra, hoy la tecnología ya disponible  por  no pocas empresas constructoras en el mundo puede hacer la obra propuesta e incluso otras mayores, en poco tiempo si se dispone de la financiación adecuada.

Evidentemente, el posible impacto en  el medio ambiente preocupa muchísimo a un número incierto pero sin duda muy numeroso de ciudadanos de Nicaragua y a  los expertos medioambientales que temen una gran catástrofe ecológica en la que no se descarta  la desaparición de casi toda la vida vegetal y animal del lago. En mi opinión, por lo que he leído,  probablemente los expertos tienen mucha razón, el lago  Cocibolca va a quedar muy dañado por las obras del canal. Pero, la realidad actual es que el lago ahora está tan deteriorado que ya es imposible su recuperación a niveles ecológicamente “razonables”, más aún, en estos momentos, “sin hacer añadir nada malo a lo malo que se está haciendo”, ecológicamente, el Cocibolca está perdido. Detener  la destrucción el lago y recuperarlo ecológicamente es económicamente un imposible para Nicaragua y, acaso, sean las obras del canal y su rentabilidad posterior, lo que pasados bastantes años permita a los nicaragüenses volver a tener lo que fue en otro tiempo una maravilla de la naturaleza.

En cuanto a la rentabilidad económica del proyecto, los expertos en tráfico marítimo expresan  opiniones de todo tipo,  desde los optimistas que estiman que entienden que las previsiones de crecimiento del tráfico marítimo hacen pensar que el canal puede generar importantes beneficios en pocos años hasta los que piensan que harán falta más de treinta años para que el nuevo canal sea rentable. Bien es verdad que  el Canal de Panamá tardó casi cuarenta años desde su puesta en funcionamiento en convertirse en la mina de oro que ha sido y seguirá siendo con su actual ampliación, desde la mitad del siglo XX hasta nuestros días. Y, en cualquier caso, desde ya, se van a crear muchos miles de puestos de trabajo y un chorro enorme de dinero va impulsar la economía nicaragüense con una fuerza que nunca ha tenido y propiciar una etapa de bienestar también hasta ahora desconocida.

Bien es verdad que el tema de la rentabilidad del Gran Canal podría ser secundario para la empresa concesionaria si, como estiman algunos expertos en geopolítica, construirlo y administrarlo es,   o puede ser,  parte de una extraordinaria  apuesta estratégica de China en su carrera para alcanzar el liderazgo mundial, en lo económico y en lo político,  antes de que termine el siglo XXI.

En cualquier caso, sea cual sea la rentabilidad inicial del Gran Canal de Nicaragua y si es o no es tema estratégico chino, la realidad para los nicaragüenses, repetimos,  es que supone muchos miles de puestos de trabajo directos e indirectos  y  muchísimos millones de dólares que de un modo u otro se va a ingresas en su bolsillo la sociedad nicaragüense. 

Aspecto interesante en todo el proyecto  es que la entrega de la Concesión haya  sido directa, es decir, se ha otorgado  a  HK Nicaragua Canal Development  sin que  nadie, persona, empresa o consorcio nicaragüense o internacional,  haya  tenido la oportunidad de presentar propuestas para optar a  este proyecto, que será, si llega a término, sin duda uno de los más emblemáticos y costosos de los hasta ahora soñados en el siglo XXI.

Visto con ojos europeos esto puede parecer un disparate, pero también puede ser una magnífica muestra del sentido común del Presidente de Nicaragua, veamos el por qué de esta afirmación  con una simple pregunta: ¿Dispone el Gobierno de Nicaragua de la capacidad de gestión y del  dinero para elaborar un Pre-Proyecto, con inclusión de estudios de mercados, planificación del desarrollo del proyecto, zonas de influencia, de análisis de suelos, estudios del impacto  medio ambiental en todo el recorrido,  limitaciones, estimaciones de costes, tiempos de construcción, oportunidades de financiación, etc. y luego convocar y atraer a  grandes consorcios empresariales a pujar,  en un macro concurso internacional,  para la construcción y posterior explotación del Gran Canal? No, estoy seguro de que no, si al Presidente Ortega se le hubiera ocurrido esta idea hace diez años y hubiera tratado de ponerla en marcha, pienso  que se hubiera gastado el  dinero que no tiene y, lo que es peor, se estaría todavía muy lejos de  poner negro sobre blanco el contenido del Pre Proyecto.

Un tema relevante que atrae la atención de los críticos con el proyecto  es la escasa información  que hay sobre la  empresa concesionaria. De ella se sabe que bajo la presidencia del Sr. Wang Jing, es parte de un conglomerado con más  de veinte empresas interrelacionadas, con sedes  en distintos países, entre ellos China, Hong Kong, Islas Caimán, Holanda y  Nicaragua, con la particularidad de que solo una  de esas empresas tiene un capital superior a 50.000 $, sí  cincuenta mil, dólares;  la única con más capital, que es la  realmente importante y  la base del imperio y de la riqueza del Sr. Wang Jing,  es la telefónica china Xinwei, que, tiene un tamaño gigantesco y trabaja con intensidad  en proyectos de alta tecnología  para las Fuerzas Armadas y de Seguridad de la República Popular y menos  en el mercado de empresas y  particulares. Por supuesto, Xinwei puede arrastrar a muy importantes empresas chinas y transnacionales de otros países a participar en el proyecto.

En cuanto a los máximos responsables del proyecto, el Sr. Ortega, Presidente de Nicaragua y el Sr.  Wang Jing, lo que se sabe es que, el primero ha sido y es un prohombre de la Revolución Sandinista, un Líder Bolivariano, un Enemigo del Capitalismo y ello hace que parezca muy extraño que, sin explicar una palabra ni  contar con nadie, haya otorgado  durante 100 años  la concesión del Gran Canal de Nicaragua, dos grandes puertos, un ferrocarril, un oleoducto, dos grandes complejos turísticos y un aeropuerto internacional a una empresa  que es parte de un entramado empresarial chino, presidido por el segundo,  el Sr. Wang Jing, un hombre de 42 años  que vive en Pekin, dice viaja en un  jet privado Dassault Falcon 7x  y  que, según se dice,  los rumores que circulan en China, es un capitalista millonario, nieto de uno de los Grandes Ancianos,  que goza de  muy buenos contactos en  el mundo empresarial, político y militar de la República Popular.

Evidentemente, de lo anteriormente expuesto,  podemos concluir que el proyecto del Gran Canal de Nicaragua y los subproyectos que tiene asociados, aunque apasionante y, si llega a construirse fundamental para el futuro de Nicaragua y acaso de todo el mundo, está lleno de misterios: sus características técnicas, su impacto medioambiental, lo qué va a pasar con la gente que vive  a lo largo de la inmensa zanja que va a cortar en dos la tierra de Nicaragua, cuales son las empresas que  van a mover las tierras y  construir  lo mucho que hay que construir, las que van a realizar la explotación, los inmensos costes y su financiación, el por qué un revolucionario anticapitalista ha concedido a un rico capitalista chino el Gran Canal de Nicaragua que es, desde siempre, el sueño colectivo de los nicaragüenses.

Y, para terminar, otro tema: en Nicaragua existe un serio   malestar en la sociedad que se expresa en las calles y  parece  crecer  cada vez más y  va camino de alterar  la convivencia social. Además, las autoridades de Costa Rica, frontera sur de Nicaragua y las de Panamá  no parecen satisfechas con el proyecto y cualquiera puede pensar que dentro de sus posibilidades estos países añadan dificultades para reducir el impacto negativo que para sus intereses puede  tener la construcción y puesta en actividad del gran Canal de Nicaragua.

Nota: 

Para conocer más sobre el tema  del Gran Canal de Nicaragua, vale la pena leer el artículo de Deylin Gutiérrez Acariciando el sueño del Canal Interoceánico, en la revista Nicaraocalli, que puede verse en  la dirección: http://nicaraocalli.wordpress.com/2013/10/23/acariciando-el-sueno-del-canal-interoceanico-deylin-gutierrez/

Gran cantidad de información y opiniones sobre el proyecto, especialmente en sus visiones menos positivas, se encuentra  en el  Confidencial Digital de Managua y cuya dirección electrónica es http://www.confidencial.com.ni/

 
José Luís Mingo Zapatero (España) es profesor del Máster en Comunicación Periodística, Institucional y Empresarial de la Universidad Complutense de Madrid. Profesionalmente es consultor de empresas.

lunes, 20 de octubre de 2014

JUSTICIA

 
Escribe Dianeth Pérez

Recuerdo el comentario generalizado al saberse que Joaquín Hernández Galicia “la Quina”, había sido encarcelado por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari al principio de su gestión: “ahora sí, este presidente viene duro, y va a acabar con la corrupción”. 

 
El entonces líder del sindicato de Petróleos Mexicanos apoyó a Cuauhtémoc Cárdenas y amenazó con una huelga si Salinas privatizaba Pemex, según reportes de la época. Esta traición al PRI le costó casi diez años en prisión acusado por homicidio y acopio de armas.

El término “Quinazo” quedó acuñado en la política mexicana como “ese golpe de autoridad de un gobierno frente a la corrupción o a una persona corrupta, pero que no necesariamente muestra la efectividad del estado de derecho, sino más un acto de cobrarse cuentas o tratar de eliminar del escenario político nacional a políticos que pudieran ser incómodos para el nuevo régimen”, según René Torres Ruiz, académico de la Universidad Iberoamericana.

Al romperse por primera vez la cadena de favores del PRI, se confundió con justicia un acto de venganza. Solo con el paso del tiempo se le dio al encarcelamiento de “La Quina” su justa dimensión.

El “Quinazo” de Ernesto Zedillo se llama Raúl Salinas de Gortari, hoy exonerado de todos los cargos gracias a Enrique Peña Nieto. El “Quinazo” del actual presidente se llama Elba Esther Gordillo. Acusados y acusadores todos miembros del PRI. Los pocos encarcelamientos de políticos, sin duda corruptos, son motivados por el afán de venganza y no por hacer justicia.
Hay encarcelamientos políticos que resultan inevitables, como el del ex gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva, y como lo será el del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero. La presión nacional e internacional demanda la caída de una figura emblemática, y quedarse en la detención del alcalde y del jefe de policía no corresponde a la magnitud de los hechos.

Hay aprehensiones que resultan incomprensibles porque nunca sucedieron, como la del ex gobernador de Guerrero Rubén Figueroa Alcocer; la del ex líder petrolero Carlos Romero Deschamps y la del líder del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, solo por citar algunos nombres de los muchos que integran la lista de políticos corruptos del país.

Peña Nieto ya dio una muestra de su naturaleza represora con los hechos de San Salvador  Atenco cuando era gobernador del Estado de México, y lo sigue demostrando con la detención de José Manuel Mireles Valverde, la lista que crece de periodistas muertos y desaparecidos y su complicidad con los principales medios de información del país para mantener oculta la realidad nacional.

Los hechos de Ayotzinapa han puesto a México bajo la lupa a nivel internacional en cuestiones de derechos humanos, democracia, justicia e igualdad. Que la desaparición de los estudiantes sea la gota que colme el vaso y no uno más de los eventos trágicos que tiñen de rojo el país, donde la justicia brilla por su ausencia.

Miles de estudiantes han salido a las calles para mostrar su repudio ante la barbarie de Ayotzinapa, pero los desaparecidos no eran solo estudiantes; eran hijos, hermanos, sobrinos, vecinos y amigos, así que las muestras de solidaridad y las demandas de justicia no solo tendrían que venir del sector estudiantil, sino de la sociedad en general.

Todo el que esté indignado y harto de vivir en un México donde la justicia tiene precio, donde el que gobierna es el narco, donde no se puede vivir tranquilo ni confiar en ningún cuerpo de seguridad, donde el que denuncia atropellos del gobierno es encarcelado, muerto o desaparecido, todos, deberíamos salir a las calles a decir “ya basta”, y no solo por Ayotzinapa, también por Aguas Blancas, por Tlatlaya, por Tlatelolco y por todas las matanzas del gobierno conocidas y desconocidas. Por los 76 periodistas asesinados desde el 2013 y por los 16 desaparecidos desde 2013 a la fecha; por el Doctor Mireles, por Gilberto Romero Vázquez y todos los líderes sociales víctimas de la represión y la injusticia.

Porque los que queremos un país mejor somos más, pero votamos por quienes han vendido nuestra tranquilidad al mejor postor; porque la alternancia resultó una farsa; porque si nos unimos no podrán contra nosotros. Hay que vencer la apatía de mucha gente a participar en movilizaciones sociales, porque ya estuvo bueno de generaciones de “agachados”, que callan, obedecen y aguantan.

Dianeth Pérez Arreola (México) es egresada del Máster en Comunicación Periodística de la Universidad Complutense de Madrid. Colabora en varios proyectos periodísticos y vive en los Países Bajos desde 2003.  

viernes, 10 de octubre de 2014

LA IMPUNIDAD EN EL CASO AYOTZINAPA


Escribe Dianeth Pérez

El 26 de septiembre desaparecieron 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero. La noticia no ha alcanzado un sitio en los medios de los Países Bajos. Una de las peores masacres en México, efectuada por narcos, militares y policías, que para el caso es lo mismo en México.

Detalles sobre varias fosas clandestinas, fuertemente resguardadas de la mirada de la prensa nacional e internacional, horrorizan: cuerpos carbonizados, puestos sobre madera y paja, en varias capas. Algún testigo ha dicho que al parecer los quemaron vivos.
Según información del Procurador de Guerrero, Iñaki Blanco, algunos de los estudiantes desaparecidos fueron entregados por la policía municipal a los sicarios de “Guerreros Unidos”, un cártel separado de los Beltrán Leyva.

Secreto a voces era la impunidad y el descaro con la que operaba el alcalde de Iguala, José Luis Abarca, ahora prófugo de la justicia. Pidió licencia para separarse de su cargo el 30 de septiembre, cuando vio que su detención por la matanza de estudiantes era inminente. Su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa, es hermana de miembros de la organización criminal “Guerreros Unidos”, y estaba decidida a suceder a su marido en la Presidencia Municipal.

Abarca fue señalado como responsable por la muerte de Arturo Hernández Cardona en junio del 2013. El líder social le dijo a la esposa del alcalde en una sesión de Cabildo que su marido tenía nexos con el narco. 

Ahora aparecen mantas que acusan a Ángel Aguirre, gobernador de Guerrero, de tener también nexos con el crimen organizado, quien lo niega. Días después de la matanza en Iguala, el presidente Enrique Peña Nieto por fin se pronunció sobre los hechos, respondiendo con el típico discurso de “caiga quien caiga”, presionado por la condena internacional más que por su deber.

Hay 22 policías municipales detenidos por su participación en los asesinatos de los estudiantes. Estaban en la nómina del narco, y fue gracias a la confesión de uno de ellos, que se ubicó una de las fosas con 28 cadáveres.

Uno de los alumnos que lograron escapar, narró a los medios como encontraron a uno de sus compañeros, apodado “el chilango”, al que descubrieron sin vida, con la piel de la cara arrancada y sin ojos. Otros cuentan como nadie se detenía para ayudarlos, cuando cargaban a estudiantes heridos de bala.

En varias capitales europeas se han hecho marchas para exigir al gobierno mexicano justicia en el caso Ayotzinapa, como ya se han hecho en varias ciudades mexicanas. Ya se prepara la de Holanda. No dejemos pasar una injusticia más; no nos acostumbremos a este tipo de hechos; no perdamos la capacidad de asombro ni de indignación. Eso demostraremos los mexicanos en Holanda en unos días, frente a la embajada de México en los Países Bajos.


Dianeth Pérez Arreola (México) es egresada del Máster en Comunicación Periodística de la Universidad Complutense de Madrid. Colabora en varios proyectos periodísticos y vive en los Países Bajos desde 2003.  

miércoles, 1 de octubre de 2014

EL EJEMPLO HOLANDÉS SOBRE VENTA DE DROGAS


 
Escribe Dianeth Pérez

La ley de drogas en los Países Bajos data de 1976. Desde ese año es posible comprar drogas “blandas” sin ser castigado por la justicia. Por drogas blandas de entiende productos derivados del cannabis, como la marihuana y el hachís, somníferos y calmantes.  


Esta ley tuvo como justificación que al no tener solución el problema del uso de drogas, al menos se podía limitar su daño. Con esto se buscaba que los consumidores permanecieran en las drogas blandas y no dieran el paso hacia las drogas “duras”: cocaína, heroína, anfetaminas, éxtasis y GHB. Además buscaba reducir el riesgo de la venta anónima y el desorden social del tráfico de drogas. 

Esta ley va aparejada con ayuda para consumidores en forma de terapias, tratamientos, internaciones para desintoxicación, regulación del uso de drogas y prevención de daños a la salud.

Si no es posible dejar el consumo de drogas, hay tratamientos por el daño físico y mental a causa de la adicción, jeringas gratis para limitar el contagio de VIH o hepatitis B y provisión de metadona y heroína a los adictos. 

Desde el 1 de enero de 2013 solo los residentes de los Países Bajos pueden comprar drogas blandas en los coffee shops. Estos negocios solo pueden tener 2 mil “socios” o inscritos como clientes, no pueden hacer publicidad, vender a menores de 18 años, alterar el orden público, hacer ventas mayores a cinco gramos por persona y vender drogas duras.

Esta medida ha levantado polémica, pues según cifras del gobierno, casi uno de cada cuatro turistas en Holanda visitaba estos establecimientos y poco más del 7 por ciento atribuía la compra de drogas blandas como razón principal para visitar Amsterdam.

No han sido pocos los casos de tragedias que involucran turistas y drogas. Suicidios, mascotas asesinadas y en uno de los últimos casos, un turista que bajo los efectos de las drogas, saltó desde la ventana de su hotel y cayó sobre un turista brasileño que cenaba en una terraza, dejándolo cuadripléjico. 

El impacto económico por supuesto que se nota, pero es un precio que el gobierno está dispuesto a pagar. Este paso atrás lo atribuyen a que los coffee shops favorecen el tráfico de drogas y el crimen organizado. Restricciones adicionales son la clausura de este tipo de negocios cercanos a centros educativos, y la posibilidad de que los ayuntamientos agreguen reglas a las ya existentes a los coffee shops que operen dentro de su territorio.

Otro motivo para limitar la venta de drogas es el hecho de que, a pesar de las restricciones, Holanda es el mayor productor de drogas sintéticas en Europa, el productor principal de cannabis y la puerta de entrada a Europa de cocaína, heroína y hachís.

En un país de 16 millones de habitantes, 32 mil jóvenes inhalan cocaína y 40 mil consumen éxtasis; adicciones que le cuestan millones al sistema de salud.

Otros países europeos han estado cerca de seguir el ejemplo holandés y han dado marcha atrás en el último momento, al no estar seguros de que los beneficios sean mayores que los daños.

Dianeth Pérez Arreola (México) es egresada del Máster en Comunicación Periodística de la Universidad Complutense de Madrid. Colabora en varios proyectos periodísticos y vive en los Países Bajos desde 2003.