Un grupo de sicarios
que opera en la Sierra Tarahumara subió un video donde se nota la capacidad de
recursos humanos y materiales con que cuenta, antes de un enfrentamiento entre
los cárteles de Sinaloa y Juárez. Nadie los ve, nadie los molesta.
La revista Proceso
publica un reportaje donde descubren que el Secretario de Gobernación, Miguel
Ángel Osorio Chong, emulando a su patrón el presidente, tiene también valiosas
propiedades a nombre de su esposa, obtenidas también gracias a un contratista
beneficiado en su época de gobernador en el estado de Hidalgo. El funcionario
lo desmiente, la revista publica el contrato de compra-venta. Igual que Enrique
Peña Nieto y el Secretario de Finanzas, Luis Videgaray, Osorio Chong no
presenta su renuncia ante el evidente conflicto de intereses.
La Comisión Mexicana de
Defensa y Promoción de Derechos Humanos, indica que hay más de 4 mil casos de
tortura en los últimos ocho años. Mientras sigue el cruce de acusaciones entre
el gobierno mexicano y el relator de la ONU por la palabra “generalizada”, nada
se hace para acabar con la tortura.
Según datos del Senado de la República, cada hora desaparecen de tres a
cuatro niños en México. Son víctimas de explotación sexual, venta y tráfico de
órganos. No hay una estrategia para acabar con el robo de infantes; el
desinterés y la ineficacia de las autoridades solo han hecho crecer el
problema.
Seis mujeres mueren
cada día en México de forma violenta. Guerrero, Chihuahua y el Estado de México
concentran el 35 por ciento de los casos. Poco o nada se hace para tipificar el
delito como feminicidio y para llevar a los culpables a la cárcel.
Si hablamos de Baja
California, Tijuana es el segundo municipio con la mayor cantidad de mujeres
asesinadas en el país, con 405 casos en los últimos siete años; solo por debajo
de Ciudad Juárez, con mil 42 víctimas. Tijuana también destaca en robo de
niños.
En San Quintín los
jornaleros agrícolas se cansaron de las condiciones inhumanas en las que
habitan y trabajan; situación que ya había sido denunciada por diversos medios
de comunicación y las autoridades prefirieron voltear a otro lado.
El gobernador Kiko Vega
se hace también su “casa blanca” y el alcalde de Mexicali beneficia a su amasia
con sueldo y pensión envidiables en el ayuntamiento.
En cualquier país
civilizado cualquiera de estos casos pondría al gobierno en una posición muy
incómoda, forzándolo a implementar una estrategia y a obtener resultados como
condición de permanecer en el poder, pero no en México. No hemos aprendido a
ser una sociedad crítica, exigente, informada, con memoria.
Ahora no solo la
violencia mexicana llega a las páginas de medios internacionales, también la
lujosa vida de los “mirreyes” mexicanos se ha convertido en noticia en Europa.
La generación de juniors que carecen de sensibilidad social y de escrúpulos;
los que conseguirán dinero y poder por ser “hijo de”; los que tienen
“palancas”; los que empiezan a aparecer en las boletas electorales y tomarán
las riendas del país si no despertamos.
Dianeth
Pérez Arreola (México) es egresada del Máster en Comunicación
Periodística de la Universidad Complutense de Madrid. Colabora en varios
proyectos periodísticos y vive en los Países Bajos desde 2003.
No hay comentarios:
Publicar un comentario